Santiago de Cuba es una ciudad conocida por su rica historia y sus influencias culturales distintivas. Ubicada al suroriente de Cuba, la Capital del Caribe como también se le conoce, es una urbe ecléctica, con más de cinco siglos de fundada.
Group class with Caroline Fraser and Renata Jordao
Ciudad musical por excelencia, en sus calles se respira música y disímiles son los géneros musicales que han nacido en esta tierra. Asimismo ha sido la cuna de numerosos músicos de renombre cuya fama ha recorrido el mundo. Varios de ellos se formaron en las instituciones de Enseñanza Artística que, luego de 1959, pasaron a ser un importante eslabón dentro del Sistema Educacional Cubano.
Mucho antes de la fecha señalada, la ciudad ya atesoraba una admirable historia con figuras destacadas en el campo de la Pedagogía musical. Desde aquel Maestro de Capilla Presbítero Esteban Salas y Castro que en siglo XVIII, introdujo la interpretación de algunos instrumentos musicales y convirtió la capilla de música de la Catedral en escuela; Dulce María Serret, la pianista santiaguera que luego de terminar sus estudios en España se radicó en Santiago y fundó junto a su hermano el Conservatorio Provincial de Oriente, y como ellos otras tantas figuras que enriquecieron el patrimonio pedagógico cubano, a la vez que enaltecieron la identidad nacional.
Vincularse a la docencia musical en Cuba, es la orientación de muchos estudiantes de música al culminar sus estudios, labor que aúnan casi siempre con el desempeño artístico. La enseñanza musical en el país, se realiza en instituciones especializadas donde se cursan los Niveles Elemental, Medio y Superior. El período de estudios comprende once años para las carreras largas (violín, piano y violonchelo comenzando en la edad de 7 a 8 años) y nueve para las carreras cortas (instrumentos de viento madera, metal, contrabajo, guitarra, percusión y canto comenzando en la edad de 9 a 10 años). Asimismo si continúan estudios en el Nivel Superior son, dependiendo de la especialización, de cuatro o cinco años más.
Ser profesor de música, es una pasión que reporta grandes emociones y mantiene al docente en constante estudio y preparación. A lo largo de los años de trabajo en la pedagogía musical, los maestros van descubriendo nuevas herramientas, repertorios, métodos. Hay entonces, una afanosa búsqueda de información, de lo más actual para estar todo el tiempo en continuo aprendizaje.
Teacher Jana in Deucureaux
Fue en esa incesante tarea del conocimiento, que un grupo de maestros santiagueros descubrimos a Shinichi Suzuki, y nos convertimos en sus seguidores y admiradores. Aun sin saber de qué se trataba, nos ilusionaban los videos de niños pequeños a los que en aquel momento llamábamos Niños Genios, interpretando disímiles instrumentos, y la pregunta que nos hicimos siempre era cómo se podría llegar a educar de esta forma el talento de un niño.
Los antecedentes de la introducción del Método Suzuki en nuestro país, más concretamente, en Santiago de Cuba, datan del año 2009, de la mano de la profesora de violonchelo Jacqueline Jardines López, colega santiaguera, diplomada del Método Suzuki hasta libro 6, por el Instituto Suzuki de Lyon y Directora de La Corde La, Escuela Suzuki de Violonchelo y de Cuerdas de Guadalupe, pequeño archipiélago de las Antillas, provincia de ultramar francesa. Con ella comenzó una exhaustiva labor con los estudiantes y profesores de la Cátedra de Cuerdas de la Escuela Vocacional de Artes José María Heredia (EVA), usando el repertorio Suzuki en versión para ensamble, para realizar trabajos con la Orquesta de la escuela, ofreciendo presentaciones que se han mantenido a lo largo de estos años lográndose el intercambio cultural y de experiencia entre los alumnos de ambas escuelas. Gracias a la gestión de dicha maestra, en el año 2009 se fundó oficialmente la Orquesta de Cuerdas Harold Gramatges y más tarde en 2017 se entrelazaron el proyecto de Artes Plásticas de Santiago de Cuba Diente de Leche, junto al Proyecto Suzuki La cuerda LA y así se gestó el primer Proyecto Suzuki de Santiago de Cuba.
En 2012, la profesora de Violín Cecilia Dayana Rosales Prieto, a través de la Internet conoció del Festival Internacional de Suzuki en Lima Perú e inmediatamente hizo contacto por email, con la Teacher Trainer Caroline Fraser, haciéndole saber de su interés en conocer más acerca del Método y de ser posible participar junto a otros maestros en el certamen para capacitarse en Suzuki, ya que en Cuba se conocía el repertorio pero no la Filosofía.
La respuesta de Caroline y el Festival no se hicieron esperar, Cecilia, junto a otros dos profesores más de violín y contrabajo, fueron invitados al festival del año 2013. Por diversas razones burocráticas, la asistencia de estos profesores al certamen no se logra.
Pero el interés siguió latente. En febrero del 2017 y por gestión de un gran y querido amigo contrabajista suizo, Egmont Rath, quien es un entusiasta colaborador de los músicos cubanos, tuvo lugar en Santiago de Cuba el Primer Seminario del Método Suzuki para la Enseñanza del Violín a cargo de la profesora suiza ESA Teacher Trainer for Violín, Agathe Jerie. Este encuentro tuvo lugar, primero en la provincia de Camagüey, y luego en Santiago de Cuba.
Este importante evento aunó la Filosofía Suzuki con el trabajo del Libro I de violín. En el mismo, estudiantes del Nivel Medio del Conservatorio Esteban Salas y Elemental de la EVA, junto a los profesores de la Cátedra de Cuerdas de ambas escuelas, pudieron adentrarse en el mundo de la verdadera esencia del Método Suzuki.
Fue esta la primera vez en Cuba que se hablaba de la Filosofía y, desde entonces la pasión por el Método prendió en aquel reducido grupo de profesores cubanos, quienes quedaron gratamente impresionados de lo que se puede lograr con este Método en niños pequeños y cuánto podíamos con esta filosofía aportarle a la enseñanza de la música en nuestro país.
En Cuba, dentro de la enseñanza musical no se trabaja directamente con el Método Suzuki, si con el repertorio completo especialmente en instrumentos como el violonchelo. Aquella primera experiencia maravillosa de trabajo pedagógico con la Filosofía, fue el inicio de la llama que prendió en los corazones musicales santiagueros, agradeciendo eternamente a Egmont y a la Maestra Agathe todo lo que nos enseñó en ese encuentro Suzuki.
Dos de las profesoras asistentes a este curso, encontraron en el Método Suzuki su verdadera vocación pedagógica, y con entusiasmo de emprendedoras se presentaron ante la Teacher Trainer al final de su clase, con la interrogante de cómo podían hacer para llegar a ser profesoras Suzuki. Se trataba nuevamente de la profesora Cecilia Rosales junto a su colega Jana Marieta Perdigón quienes gracias a este paso fundamental recibieron desde ese momento especial apoyo y colaboración por parte de ellos y otros amigos del mundo.
Jana Perdigón and Cecilia Rosales with Edward Kreitman in Lima 2018
El año 2018, ha sido un período de muchos logros con el método en nuestra provincia. En enero, las dos profesoras de violín antes mencionadas, asistieron por vez primera al Festival Internacional Suzuki de Lima, Perú, ya que habían sido invitadas por el Comité Organizador desde mediados de 2017 y ya habían recibido dos becas de la Suzuki American Association (SAA). Contaron también para su asistencia al certamen con apoyo de profesores Suzuki de Holy Names University, California, Donut Studio, Taiwán y la Asociación Suzuki del Perú. En el Festival, las profesoras se capacitaron en la Filosofía y Lectura Musical I con Caroline Fraser y Libro I de violín con Edward Kreitman.
En febrero por iniciativa de Agathe Jerie, aprovechando un viaje a Cuba de nuestro amigo Egmont Rath, ella lo ilustró en la construcción de violines de cartón y él ofreció en Santiago de Cuba para los profesores un Taller sobre la construcción de este importante implemento útil en la formación de Pre—Twinkle.
Asimismo, en abril, la profesora Jana Marieta y el Pastor de la Iglesia Bautista del poblado de Deucureaux (Reparto El Caney de Santiago de Cuba) crearon el Proyecto Suzuki de la Guardería de Deucureaux, que aúna a 10 niños cuyas edades oscilan entre los 3 y 7 años de edad. Este hermoso trabajo, ha seguido creciendo y en la actualidad, colaboran en él cinco maestras de violín (Cecilia Rosales, Mayra Quintana, Claudia Pantoja, Claudia Rodríguez y Jana) quienes sueñan con acrecentar el proyecto a más espacios de la ciudad y del país.
Group class with Caroline Fraser and Renata Jordao
En septiembre de este mismo año, cumpliendo la invitación hecha en el marco del 33 Festival de Perú, estuvo en Cuba Caroline Fraser a impartir el curso de Filosofía Suzuki, junto a ella la maestra de violín brasileña Renata Jordao para ofrecer taller de Violín libro I y Pre Estrellita, para estudiantes, padres y profesores de las escuelas de la ciudad.
Siguiendo el camino comenzado por Agathe, este primer curso de Filosofía Suzuki con Fraser fue acreditado por la SAA y sus 22 participantes, entre los que estaban violinistas, chelistas, bajistas y profesores de solfeo, recibieron su certificación.
Todos tienen la ilusión de poder seguir superándose y aprendiendo mucho más del Método. Para seguir cumpliendo sueños, cuatro maestras de violín han sido invitadas al Festival 2019 en Perú, para de esta forma continuar con su capacitación en los libros, recibiendo apoyo generoso de la comunidad Suzuki internacional, de profesores y familias en Europa, y becas de la SAA.
Para quienes hemos participado de todas estas acciones en función del conocimiento y aplicación del Método Suzuki en Cuba, ha sido esta una hermosa experiencia que ha cambiado nuestras, vidas. Aprender y entender su filosofía, ha revolucionado nuestro pensamiento y nuestra labor educativa como profesores y padres. Asumir que todos los niños pueden, y que el talento no es innato, ha dado un vuelco a nuestras concepciones y con ello a una nueva forma de enseñar. Sueños que se cumplen cada día cuando podemos aprender un poco más de su filosofía e integrar a nuevos niños, padres y maestros a esta forma revolucionaria de aprender la música. Siempre con la máxima de Shinichi Suzuki, de que lo importante no es crear músicos sino cambiar el mundo a través de la música.
Jacqueline Jardines with Suzuki Teachers
El pequeño Grupo Suzuki de Santiago de Cuba, quiere agradecer especialmente a todos los que han hecho posible que en Cuba se conozca el método y colaboran activamente para que avance y gane un lugar dentro del Suzuki en Latinoamérica y en el mundo. Jacqueline Jardines, Egmont Rath, Agathe Jerie, Caroline Fraser junto a la Asociación Suzuki del Perú, Pam Brasch presidenta de la SAA, el Pastor bautista de la Iglesia Deucureaux Julio Cesar Machado y a su familia por ser los primeros en brindarnos un espacio para materializar la enseñanza Suzuki en niños de edad pre-escolar, a nuestra querida amiga profesora Renata Jordao, a la familia peruana Pré Kong, a la profesora Tammy Lin, a Alejandro Soldado quien desde España escribe sobre el Suzuki en Cuba, y a otros tantos que laboran incansablemente con nosotros.
Para todos ellos nuestro infinito agradecimiento y nuestro compromiso de continuar trabajando en el desarrollo de este hermoso proyecto.
Muchas Gracias.
Referencias
Borlot-Faure, Aysmara. Algunas consideraciones sobre la Educación Musical en Santiago de Cuba. Revista electrónica Maestro y Sociedad.2016
The impact of the inauguration of the Method Suzuki in Santiago de Cuba appears on the pages of the newspapers “Santiago 24 Horas” on January 12, 2018.
Caroline Fraser and Renata Jordao. XXXIII International Suzuki Festival – Lima, Perú. American Suzuki Journal. Volume 46. No. 3
September 2018 Filosofia Course with Caroline Fraser
Agradecimientos
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I am grateful to Dr. Maria Zielina, Professor Emeritus at California State University Monterey Bay, California, United States, who recognized the role that Suzuki’s teaching has played in my life, and gave me advice and comments about my article.
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Alejandro Soldado, friend of Cuban teacher who published some articles about Cuban Suzuki in internet.
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Maritza Puig, musicóloga de Santiago de Cuba.
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Jorge Rosales, my father who did corrections in this article.
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The father of Deucureaux Children, and the teachers, for the pictures.